La revista International Living publica todos los años el ranking “The World ‘s Best Places to Retire”, que en la edición de este año destaca a Portugal, México y Panamá como los tres mejores países para los retirados.
Sin un carácter científico, la encuesta reúne las opiniones y experiencias de lectores y personas de todo el mundo para entregar una visión que sirve a todas aquellas personas que están buscando información para evaluar diversos destinos de retiro, transformándose así en un referente importante para la audiencia.
Sobre Panamá, Jessica Ramesch la corresponsal del medio, señala que “no soy nueva en Panamá. En 2005 había llegado al final de mi cuerda. Había estado trabajando más de 70 horas a la semana durante cuatro años y sabía que no quería hacerlo más. Era un trabajo soñado: vivía en cruceros y viajaba por todo el mundo, visitando las islas y playas más hermosas conocidas por la humanidad. Me enamoré de San Petersburgo y Martinica y una docena de otros lugares. Pero cuando llegó el momento de elegir una casa, elegí Panamá.
Y la razón principal para ella, en un comienzo, fue la vida cosmopolita de la capital Ciudad de Panamá, “Lo tenía todo. Gran vida nocturna, restaurantes y cafés, museos y galerías, teatros, parques y más. Tenía muchas opciones para elegir. Hubo eventos deportivos, noches de jazz, festivales de cine…lo que sea. Durante 17 años, viví un estilo de vida de Nueva York, asistiendo a la ópera…probando la cocina de clase mundial… y en general divirtiéndome.
Tenía acceso a algunos de los mejores médicos y hospitales de América Latina, una nueva línea de metro y comenzaba la mayoría de las mañanas con un paseo por la Bahía de Panamá. Las palmeras meciéndose con el viento y el amanecer sobre el océano…fue una manera hermosa de comenzar el día. De hecho, no puedo pensar en una sola cosa que haya contribuido más a mi sensación de bienestar que esos paseos”.
Pero Ramesh tomó una decisión hace poco más de un año. Vivir en la zona de playa a poco más de una hora de la ciudad. “Todavía me estoy pellizcando. Me mudé al centro de la playa de Coronado en marzo del año pasado, y cada vez que salgo a mi balcón, me viene a la mente el mismo pensamiento: ¿es esta realmente mi vida?
Observo el paisaje, desde la montaña boscosa hasta el cálido Pacífico tropical. El océano es azul cobalto y la tierra que lo rodea está alfombrada de verde. En los días soleados, eso es la mayoría de los días aquí, puedes ver salpicaduras de color turquesa en el agua. Nunca, nunca pensé que tendría una vista como esta”.
Y para finalizar destaca la inmensa comunidad de expats que ahí vive. “Coronado es el hogar de una comunidad de expatriados activa y acogedora. Hice amigos tan rápido que no me he sentido solo ni una sola vez. Y tenemos tantos servicios aquí que casi nunca necesito irme. Supermercados exclusivos, bancos, tiendas de mejoras para el hogar… es increíblemente conveniente. Mi Internet de alta velocidad es tan bueno como lo era en la ciudad y puedo beber el agua directamente del grifo”.
Para finalizar la corresponsal enumera una serie de beneficios, donde destaca el clima, la estabilidad política y económica y por supuesto la ‘Visa Pensionado’, que por los privilegios que entrega a los retirados que otorga le permite ‘darse’ algunos lujos.
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